

En silencio La respuesta a todo es. En él encontramos la calma que se nos escapa en cada palabra mal pronunciada, cada opinión irrelevante, cada sentimiento sofocado en medio de tantas oposiciones.
La depresión, la ansiedad, el pánico ya no son causa de extrañeza en medio de tantos disturbios creados por la nueva era. Hablar, exponer, influir y crear opiniones se convierte en una rutina ruidosa, extremadamente estresante y descontrolada en nuestra vida diaria.
Día tras día nos encontramos con teorías y certezas que intentan explicar la complejidad de la vida, ni entendemos lo que realmente sentimos o pensamos acerca de todo lo que se nos presenta.
Como en una avalancha de emociones, los días pasan, llevándonos a un balanceo sin equilibrio entre extremos.
Ciertamente, hemos olvidado la sabiduría que existe en las incertidumbres, perdida en medio de tantas "verdades absolutas" que apenas podemos darnos cuenta. simplicidad a existir
Respiración, un acto tan mecánico que pocas personas se detienen para sentir el valor que tiene.
¿Es esta la solución a los problemas mencionados anteriormente? Tal vez sí. Si supiéramos el valor del aire, cómo es posible calmar cada célula, músculo, pensamiento, expresión con un simple acto de aprender a respirar conscientemente, sin duda seríamos más pacientes y equilibrados, entenderíamos cómo funciona nuestro sistema nervioso y con qué frecuencia funciona. Como hay en cada información procesada por nosotros, entenderíamos mejor qué es ser responsable de lo que sentimos y, en consecuencia, lo que nos afecta positiva o negativamente.
¿Pero de dónde viene el sabiduria para controlar todo lo que sentimos y pensamos? Silencio
En el silencio está la respuesta a todo, en él encontramos la calma que se nos escapa en cada palabra mal pronunciada, cada opinión irrelevante, cada sentimiento sofocado en medio de tantas oposiciones. Es en eso que encontramos el poder que existe dentro de cada uno. La verdad se expresa a través de la transparencia, lo que dice la boca no siempre coincide con lo que escuchan los oídos o lo que realmente sentimos, pero el silencio está lleno de sí mismo. En el silencio de una mirada, uno permite la rendición, en el silencio de un abrazo, uno está en sintonía, en el silencio de sus pensamientos, toda su vida está organizada.
Se ha dicho que la mejor cura para cualquier cosa es el tiempo, pero también puede ser este acto de retirarse, tranquilizar la mente, confiar en la vida, rendirse al aquí y ahora sin miedo, sin pensar demasiado, sin hablar demasiado, solo Dejándolo fluir. Todo pasa y luego termina bien e incluso si no parece, es solo otro sabotaje de nuestra mente parlanchina que quiere entender todo sin saber nada, cuando, de hecho, el mañana siempre será desconocido.
Esta es la belleza de vivir sin certeza "de casi nada" y creer que en silencio habita toda la sabiduría, dejando que la vida sea lo que es, más ligera y más fluida sin apegos y limitaciones impuestas, solo con la verdad de que el silencio tiene el poder de explicar todo lo que las palabras no pueden aclarar y que la mente no puede controlar, porque la vida es solo entonces déjalo ser.
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