

Amar es cuidar. El amor verdadero No existe en medio de la falta de afecto y cuidado.
Una de las mejores definiciones de amor es que amar es pensar en el bienestar y la felicidad de su pareja y hacer su parte por ello. Ser celoso con tu pareja es estar atento, valorar las cosas pequeñas, la persona que está a tu lado y trabajar todos los días para que se sientan amados, importantes, escuchados y especiales.
Sin embargo, parece que a lo largo de los años, estamos perdiendo el hábito de ofrecer afecto a nuestros socios, a pesar de que sabemos que debemos ganarnos a quienes amamos todos los días a través del amor y la atención. Nos rendimos al desinterés y dañamos nuestras relaciones con actitudes que muestran indiferencia.
Cuánto dura el amor depende de cuánto lo cuides
El amor puede aparecer en nuestras vidas, pero cuánto tiempo permanecerá depende completamente de cómo lo cuidemos. Muchas personas, por mucho que deseen amor, terminan devaluándolo una vez que lo han conquistado, lo que causa un gran pesar cuando se dan cuenta de que no pueden regresar.
Es importante saber que ninguna persona en nuestras vidas tiene la obligación de apoyarnos y soportar nuestra falta de atención, mal humor, falta de afecto y cuidado y siempre nos entendemos sin valorarnos a nosotros mismos. Sabiendo esto, si no nos involucramos en nuestras relaciones, podemos perder un verdadero vínculo que nos trae felicidad.
El disculpas que alimentan el abandono
La razón principal que conduce a un desgaste intenso y, a veces, al final de las relaciones es la rutina, la similitud, la práctica de los mismos hábitos, actividades y costumbres. De esta manera, lo que debería fortalecer la relación y unir a las parejas cada vez más resulta ser lo que las separa.
Cuando dejamos de tratar de sacarle la mayor sonrisa a nuestros socios y cuidarlos con cuidado y amor, descuidamos el cuidado que es tan importante para una relación saludable. Este hábito oscurece la luz del amor en nuestras vidas y hace que todo sea inútil. Como resultado, lo que hizo desaparecer nuestras relaciones especiales y nos sentimos poco amables, lo que provoca una ruptura en la relación.
Los amores no son eternos, pero pueden ser bien atendidos.
El amor, como todo lo demás en esta vida, no es eterno. Sin embargo, a través de nuestras actitudes, podemos asegurarnos de que no se queden sin atención ni atención.
Hay algunas dimensiones que son esenciales para las relaciones saludables, duraderas y verdaderamente felices. Ellos son: cuidado, comprensión, afecto, esfuerzo, trabajo en equipo, humildad, altruismo, resiliencia, capacidad de absorber el aprendizaje en situaciones caóticas, enfoque en soluciones, valoración de la conversación como facilitador de la vida y las relaciones.
Por lo tanto, para un amor basado en la atención, necesitamos desarrollar en nosotros mismos la capacidad de escuchar, comprender, aceptar y cuidar de nosotros mismos y de las personas que nos rodean.